Conocernos A Nosotros Mismos Para Brillar

Me conozco, me amo, me cuido y me acepto. Este puede ser el código personal que todos debemos tener como ley y que jamás deberíamos romper. Ponerlo en práctica nos ayudará a comprender que somos seres únicos e irrepetibles, con valor incalculable y que hacemos parte de una sociedad, de una familia y que nuestro lugar nadie lo podrá ocupar.

En este mes, tenemos como propósito trabajar en “conocernos a nosotros mismos para brillar”, esto es valorar cada centímetro de nuestro cuerpo y de nuestro ser. Así pues, te invitamos hacer este ejercicio de 5 pasos:

1. Me Conozco

¿Cuántas veces te miras al espejo? Podrías decir que muchas veces, sabes el color de tu cabello, el color de tus ojos, el color de tu piel, sabes tú estatura, conoces tu complexión física, pero, ¿conoces tus capacidades cognitivas, tus cualidades artísticas, tus emociones, tu temperamento, tu espíritu? Aparentemente esto no lo ves cuando te miras al espejo, pero lo cierto es que están ahí, hacen parte de tu personalidad e inciden directamente en tu apariencia física. Como estén tus emociones, tu espíritu, así brillarás o serás como una lámpara apagada.

El conocimiento de sí mismo es la primera condición para establecer mejores relaciones con nosotros mismos y con los demás. ¿Por qué? Porque quien conoce sus propias capacidades y habilidades podrá aprovecharlas para ser un mejor ser humano. Aquí te dejamos unas preguntas sencillas que nos pueden ayudar a conocernos un poco más:

 ¿Cómo soy yo?

¿Qué me gusta hacer?

¿Cómo lo hago?

¿Cómo me siento?

¿En qué podría mejorar?

¿Qué cualidades tengo?

¿Qué oficio o profesión me gusta?

2. Me Amo

Amarse a sí mismo no es una tarea sencilla, desde comprender mis debilidades hasta destacar mis potencialidades, sin rayar con el narcisismo. Partir de la base que como seres individuales somos muy valiosos, por ello, me aprecio, me doy halagos, me permito comer y disfrutar de la comida, trabajo en mis emociones, no me reprimo, agradezco mi cuerpo, exploro mis sentidos y tengo dominio propio. No me trato mal, no me digo que no valgo para nada, que todo lo hago mal. Conozco mis cualidades, también mis áreas de mejora. Trabajo en ellas. Reconozco todo lo bueno que hay en mi a diario.

3. Me cuido

Si eres una persona que se baña todos los días, te arreglas, estás bien presentado, comes alimentos saludables, significa que tienes hábitos de autocuidado que te permitirán sentirte y relacionarte mejor.

Cuidarme me permite cuidar a otros. Cuando uno se siente física y anímicamente bien, lo hace también para que otros también estén bien, abrazas y aprecias a quienes te quieren, saludas, sonríes y tratas bien a los demás, estás cultivando tu autoestima porque los demás te percibirán como una persona amable y alegre.

Cuidarse de los excesos nos ayuda a estar sanos, no comer más de la cuenta, dormir el tiempo necesario, hacer ejercicio fisco adecuadamente, trabajar la oración y conectarse espiritualmente, nos permitirá tener una vida equilibrada y feliz.

4. Me acepto

Doy valor a la persona que soy. No me castigo. Conozco mis límites y no los rompo. No dejo que otras personas pasen por encima de ellos. Soy asertiva, expreso mis pensamientos sin hacerme daño ni dañar a otros. Doy, y recibo. No acepto estereotipos de belleza impuestos por los medios de comunicación o las redes sociales y valoro mi cuerpo tal como es.

Conocerse a sí mismo en sus fortalezas y debilidades nos ayudará a potenciar lo mejor de nosotros y, en consecuencia, mejorará nuestras relaciones con los demás.

5. Conocernos A Nosotros Mismos Para Brillar-Proyecto de Vida

Como ejercicio de conocernos a nosotros mismos para brillar te proponemos que escribas el proyecto de vida: escribe tus actividades presentes, tus metas y sueños a futuro en corto plazo (máximo 5 años). Contempla estudios, alimentación, ejercicio físico, mental y espiritual. Has un plan de entrenamiento diario para lograr ese proyecto de vida. Verás como cambia tu vida para bien.