Soy una mujer joven, hija de Dios, enamorada de la vida. Casada con Alejandro Palacio, mi compañero de aventuras.
Un día le pedí a Dios, que me diera una idea de negocio y la palabra que recibí fue: Isaías 60 Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.
A los pocos días, viene a mi mente un producto que yo hacía con infusiones de plantas para aclarar mi cabello. Todos me preguntaban, que me echaba en el pelo que siempre estaba rubio, brillante y sano. Era algo así como mi secreto de belleza.
Llevo años, prácticamente desde adolescente, experimentando con mascarillas, infusiones de plantas, recetas de abuelas, para el cuidado del cabello y de la piel. Es una herencia génetica que viene de generaciones atrás y que yo tuve la fortuna de recibirlos en mi ADN.
El amor por la naturaleza y los animales, siempre me ha mantenido cerca de ellos. Es un hábito, casi inconsciente, porque siempre, en todo lo que hago, de lo que me rodeo, tiene que ver con lo ancestral, como lo hacía las abuelas en la vieja usanza.
Fue así como en plena pandemia del Covid 19 y con la palabra que recibí de Dios, que se me ocurrió compartir mi “secreto de belleza”. El tónico capilar para aclarar el cabello, si a mí me había dado resultado, sin duda, que a los demás también. Por esos días, soñé que recibía de lo alto, recomendaciones para mejorar la formula del tónico con otras esencias naturales, las que no vacilé en incluirlas en la mezcla.
De ahí en adelante, siempre que me despertaba en la mañana venía a mi mente esa palabra de Dios, “Levántate y Resplandece”, mi corazón se llenaba de gozo y mis días florecían en las cuatro paredes de nuestro apartamento. Recuerdan, no podíamos salir a la calle, fueron tres o cuatro meses de total encierro, por la pandemia.
El tónico capilar para aclarar el cabello de manera natural funcionaba perfecto. Todas las mujeres estaban felices con los resultados, no más químicos, no más tinturas y un hermoso cabello rubio.
Ya intuyen de donde viene el nombre: Resplandece Natural, no podría ser más apropiado y bello, para honrar y agradecer siempre a Dios, que ponerle el nombre de su palabra, que todos los días me recuerde su amor y lo agradecida que debo esta con Él.
Las invito y los invito también (no es excluyente para los hombres) para que me acompañen en esta aventura de ser empresaria, de compartir con todos ustedes a través de este blog, recetas de la cosmética natural, que nos ayuden a un vivir más sano y ser siempre bellos de adentro hacia fuera.
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